29 de abril de 2018

LA LLUVIA, LOS PÁJAROS Y EL GATO

La lluvia ha decidido no llegar en 
este abril 
y cierra sus pupilas
 para no ver la sed estriada de la tierra.
La sequedad se muestra en la emboscada amarga de los surcos 
y en las cárdenas ramblas 
donde aflora el esparto.
Tú menguas con las sombras del nogal mientras la lluvia elige sus paisajes 
y recuerda la cara de los niños 
en los espejos limpios de los charcos.
Los pájaros se beben mi café en la terraza.

Yo miro ensimismado las nubes que no llegan y al gato que se orina en mis geranios.

26 de abril de 2018

COMO SI FUESE AYER

No sé cómo sucede pero a veces
el tiempo me parece detenido.

Los días son exactamente iguales,
la luz se abre, confina la penumbra
en su marea y luego le da cita
invariablemente.
Los “buenos días” dejan paso
al “buenas”, “buenas tardes”.
Los mismos rostros.
Unas veces dormidos hablan solos,
otras veces agitan un teléfono
o un vaso de cerveza.

Sin molestar, al otro lado observo
los pechos de una chica. Da lo mismo.
Tengo la certidumbre
de habérmela encontrado ya mil veces.
Mis pasos son medidos por el ruido
de los coches en marcha,
facturan prisas
que hacen largas las calles
porque todo transcurre como si fuese ayer.
Los árboles persisten marcando las aceras,
acogiendo a los pájaros
que consumen las migas del librero.

He comprado el periódico
y el pan de leña a Rosa.
No son buenas noticias. Como siempre.
No cambian los políticos
sus modos ni discursos.
Contemplo los semáforos y veo
verde, amarillo y rojo. Demasiado.
No sé si tengo ya alucinaciones
o sólo soy rutinas
de un día repetido.

Me miro en el espejo. Sin piedad
la luz vigila los contrastes.
No sé si pasa el tiempo. Sin embargo,
se contraen los ojos,
se ahondan las arrugas

de aqueste viejo mundo.

22 de abril de 2018

BELLO ES LO JUSTO

Se jubiló.
Se ahorcó al día
siguiente.

Demasiado adaptado
a este puto mundo.

Lo afirmaba Demócrito de Abdera:
Bello es lo justo;
no lo es el exceso o el defecto.


18 de abril de 2018

SI YO TE RECITARA LOS SECRETOS

Si resume tu cuerpo latidos del pasado
como documentales emitidos,
recuérdame que existe la fiel literatura
de la melancolía.

Si yo te recitara los secretos
de nuestra vida
como muebles que ocupan las paredes
del salón y a la entrada del invierno
cambiamos de lugar,
pregúntame qué fue de la otra lírica
y hacia qué papeleras de reciclaje válido
huyeron los archivos y los códigos.

Entre tanto, pregunto
qué volverá a llevarse tanto frío

cuando todos se duerman.