Si
el firmamento tiembla, no te asustes
pues
lo mismo que tú
se
agita en sus cimientos.
La
roca quebrantada en su textura
ahí
sigue contemplando
el
impreciso paso de su río.
Tal
vez sea cabal
lanzarse
al agua, ser
y
amamantar la paz de los guijarros.
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