29 de abril de 2017

ALLÁ EN EL MONTE

Las laderas del monte son refugios
de calandrias. Las miras y parecen
sólo hierba salvaje, sólo árboles.

Y, sin embargo, tejen y destejen,
viajeras del instinto en su quietud,
paseos por parajes con figura.

En sus acantilados tiempo activo,
y en la sangre caricias de la noche
y el aire de la luz en el ramaje.

En los remansos íntimos se agolpan
los besos en los párpados, poemas 
del mar sobre tu cuerpo y las arenas.

Las laderas del monte son refugios.
Se reduce la piel de la ciudad
a viejos callejones sin salida.


26 de abril de 2017

DEBERÍA ESCRIBIR CANCIONES A LA VIDA

Debería escribir canciones a la vida,
tal es mi capital.
La salud y el amor llenaron mi pasado.

La música de ayer resuena en mis oídos
y es bella partitura.
No me asiste la angustia del hombre envejecido.

Tampoco soy aquél que el ascensor refleja
en su espejo alargado.
Sin embargo la nada reclama su tributo.

Y la sangre en su análisis me revela que llega
ya la hora de un pacto
con el tiempo que sigue su lineal camino.

Mi carne ha de aprender: “su ser para la muerte”,
vivir para la nada
que fuimos y seremos, sin rencor ni tristeza.

No proclamo un discurso apagado y sombrío.
Hubiera yo firmado
vivir sólo un instante, sentir la mar ligera.

Peregrinos del ser vamos siendo y des-siendo.
Entiendo que mi historia
sin que le ponga límites se acerca ya a su fin.


22 de abril de 2017

TE ALZASTE DE LA NADA


Te alzaste de la nada hasta mi vientre
creció contigo el día en mis entrañas
ceñidas por el peso ligero de tu carne.
Vació luego tu cuerpo el tiempo breve,
te desnudó la luz y te marchaste.

 Mi diccionario
dejó en el hueco herido de tu nombre
la nieve del reloj de los naufragios
el paisaje liviano de tu aliento
la palabra no dicha, la huida nana

al lunes clandestino, el hondo llanto.

18 de abril de 2017

PERDURAS A MI LADO

Perduras a mi lado
cuando el tren, mercancías de la noche,
consigo se llevó
los jirones penúltimos del sueño.

Apuré con un trago la luna que me diste
en el andén vacío.

Recorro cada día
las laderas del tiempo con ternura,
mientras la lumbre cálida de abril
el invierno suspende.

Imagen y palabras, cortinajes de bruma.
Los pájaros masones nada cuentan
sobre el fin de esta historia de la que todavía
no han pasado sus créditos.

Pero puedes estar ciertamente segura
que a nacer volvería
enredado en la noche, con un fundido en negro
por si hubiere tal vez una nueva película.


14 de abril de 2017

LEJOS EN MI NIÑEZ

Lejos en mi niñez
vareaba mi padre los olivos.
Yo busco un colorín entre las aceitunas.

No es difícil pintar
a mi madre en el cuadro del cortijo
agachada en el suelo.

La vida fue podando aquellas realidades.
De todo aquello sólo queda un yo
con profunda nostalgia de lo que fue la sierra.

Mi vivir necesita de los sueños,
hoy recuerdos, ayer lejana historia
fugaz entre moradas y verdes aceitunas.

No dejo que la vida apague mis vivencias.
Detrás de los olivos

un mundo fenecido aún vive en mí.