De repente llegó la antigua música,
la
música que es luz
roja
en el corazón de las granadas.
Retozo
enloquecido
de
mariposas blancas
como
espuma del mar
en
la flor del almendro.
El
día queda quieto. Como anciano
toma
el sol de la tarde
y
charla con la hierba que germina
entre
las piedras que hacen mis caminos.
La
música es un cuento de arquitecto
en
los labios del aire que regresa
a la
ramas taladas del olivo
con
tu viva mirada y tus limpios diseños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario