Amor, si el tiempo urge
todo queda prendido de los ojos
formas de hombre, formas de mujer,
formas del mundo.
Quise cerrar la puerta del presente
para guardar las horas
y fui nave arrastrada
por tus velas.
Quise sellar mis párpados
con saliva de abejas y gusanos de seda
y tu ardor calcinaba mis retinas.
Te reías de mi, amablemente
me llevaste un instante
chasqueando tu lengua
entre las hojas secas del otoño escondido.
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