9 de julio de 2016

AL RECOBRAR TU PULSO DE MUJER

Al recobrar tu pulso de mujer
las canciones del cambio esperaban tu voz.
En el tiempo de veda y de sequía
yo planté un pentagrama en la ladera.

Llegaron, luego, arroyos emergentes
porque el tamaño importa en los mares desnudos.
Ni villano ni héroe. Fue el silencio
la respuesta callada en la ladera.

Buscaba la alegría donde el monte
está seco y la mar se ha quedado sin brillos.
Yo muero en los conciertos, siempre aguardo
una copla de infarto en la ladera.

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