Escondido
está el buitre en la quebrada
Su
hora espera al paso de la muerte
mientras
lobea el lobo en los olivos
y el
jabalí recorre las riberas
del
arroyo. Se escurre la liebre entre las jaras.
El
día mansamente visita mis rodillas
para
hacerme sentir las trochas de la sierra
que
transito contigo, madre, por alamedas,
umbrías
y solanas. Los ojos se humedecen
recordando
el pasado y el canto de los cucos.