Tú,
vives esperando los silencios,
los
silencios no son como el olvido.
Habitan
en la hierba que mece la colina,
en
la tierra que acoge la fruta ya madura,
en
las luces del alba que diluye las nubes,
en
el mar que escudriña su horizonte
cuando
llega la noche,
en
el leño que prende quemando la tristeza,
en
el café tomado después de una sonrisa
y
una conversación,
en
las sábanas limpias, como madres
que
no pudieron desprenderse
del
roce de los cuerpos,
en
el postrer suspiro cuando pisas las sombras.
En
el amor el ruido sobra.
En
los silencios es donde tomamos
la
vida y la dejamos.
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