Como billetes sueltos en tus manos
así
los nombres.
Los
hay de un valor máximo
aunque
no sea siempre definible
y
puede haber engaño.
Como
la calderilla a veces son monedas
para
el consumo diario.
Equivocarse
es fácil
porque
también hay falsos.
Dificultades
propias
de
un libro de contable.
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