La
noche no trabaja los conjuros,
simplemente
acumula en su negrura
el
caos que dio vida al océano.
y
creaste la luz,
tú,
que sin consumirte
no
dejas de quemar las estaciones,
me
has hablado del fuego y la palabra,
enseñado
a nacer con cada día,
a mecerme
contigo
en
el agua que impregna mi cabeza
y
buscar en el mar el tiempo huido.
Por
ello estoy aquí, para avisarte
que
me ha ocurrido el sol,
que
ya arden los troncos de los árboles
y
crean en sus úteros repletos
semillas
que sostienen la savia de los bosques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario