23 de enero de 2015

¡DESNÚDAME!

Te escribo, Amor, sobre ciertas reflexiones
que me inspira este frío mundo
de metal en que vivimos
y para hacerte un ruego...


¡Desnúdame!

Nos vamos arropando con los años
de tantas cosas, Amor.
Yo me pregunto: ¿por qué?
¡Desnúdame!

Si todo en esta vida tiene un precio
y el precio es la libertad,
prefiero la desnudez.
¡Desnúdame!

Es tan estrecho el tiempo de la vida
que se pierde en un momento.
Aprendo a vivir en él.
¡Desnúdame!

El necio sufre hastío de sí mismo
y de su saber el sabio,
si se olvidaron de ser.
¡Desnúdame!

Del dinero me hablan. Es el Dios
que tenemos que adorar.
Yo soy ateo e infiel.

¡Desnúdame!

A la muerte y la oscura soledad                                                   
negarse al Poder conduce.            
De la soledad doy fe.
¡Desnúdame!

¿Éxito? Dame, Amor, lluvia, rocío,
dame la fuerza de un árbol
la savia que va por él.
¡Desnúdame!

Amo la luz, el aire. Siento el sol.
Nada pienso necesario.
Me haces falta tú. Lo sé.
¡Desnúdame!                       

                              Consérvate bien.      

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