Devuelvan los siete árboles que hacían un
bosque en campos de mi infancia y
cantaban por todos en la desgracia
universal.
Juan Gelman
Lejos
de la Ciudad allá en el monte
crece
la luz y el aire, se suman las distancias
que
el aroma difunden de los árboles.
El
día se entremezcla con la mar
de
espaldas a la calle, la plaza y los murmullos.
Mi
cielo no recoge las basuras.
Allá
en el monte puedo rematar
la
vida que viví. Siete árboles. Vida
que
ni puedo ni quiero que desgracien.
En
mi rincón sin cercas ni ventanas
me
susurra la tarde rutinaria imprecisas
palabras
como mapas de ultramar
de
los que aún mi amor sorprendido se nutre.
No
cruzo por senderos con memoria
viajan
ellos mi piel como un perfume.