11 de agosto de 2014

ENCANTADO DE VEROS



Encantado de veros, yo miro vuestros ojos
con sabores de otoño sobre mi piel madura
porque el amor se quedó prendido en las heridas
de luz subterránea y emocionado alienta.

No hubo dolor ni muerte, solamente la vida
siguió sin compromisos su curso de caníbal,
trazó veloz sus círculos. Ternura del ayer
que alimenta el presente y recuerdos desnuda.

Hay mucha especia vuestra en mi vieja cocina,
humano condimento que por mis venas fluye,
camino con vosotros, converso en la escritura
y reciclo las horas en mesa fugitiva.

No conozco el futuro, ni sé qué nos aguarda.
Pero valió la pena aquella levadura
hecha en la ausencia amor y vino derramado,
ayer hoy compartido que nuestras copas llena.


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