30 de julio de 2014

IRENE


                                 La paz  es una manifestación esencial
                                 del amor que busca la unión
                                 de los seres humanos.
                                                               Francisco Suárez

Se movían azules las líneas del agua
como peces aseados
sedientos de paisaje.
Observaban tu nombre
que danzaba desnudo.

Ayer,
las gatas ariscas saltaban
de la piel de tu vientre
a mis pupilas
abiertas como salas de un teatro.

Hoy,
por tu cabeza deambulan inquietantes
los números viciosos.
Todo sucede
matemáticamente en este viejo mundo.

La vida necesita saber a qué atenerse
arriesgando los ojos
para herir a la luz
y resolverse en música.
Te ríes.

Escondes un secreto, Irene,
sin llave en la sílaba oculta
que humedece tu nombre,
aquél sobre el que disputaron
antiguos filósofos y atesoran celosas
las líneas del agua.

27 de julio de 2014

LA MEMORIA



La memoria me lleva a un camino
donde jugué de niño.

La luna enloquecía
colmada de bellotas y aceitunas.

Una ruta volada por cigüeñas
hacia sus viejos nidos,

un poema de amor entre las liebres
corriendo hacia el ocaso

y un halo de la luz que fue el pasado
que es aún hoy color y sinfonía.

La oscuridad recrece solamente
cuando muere del todo el claror del relámpago.

23 de julio de 2014

UN DIÁLOGO ÍNTIMO


Un diálogo íntimo 
conforma esta novela que soy yo, 
que cada uno es. 
Comienza allá muy lejos en el vientre materno 
y después un capítulo tras otro 
va dando forma a cada nueva etapa.

Al final todos somos un recuerdo 
perdido, unos versos  
en la memoria oscura 
del bosque.

20 de julio de 2014

PARA IR A GRANADA



         A menudo me consultas, Amor,
        de cosas minuciosas.
        Te escribo para contarte algo
        de esta Granada nuestra,
        ternura de la sierra y de la luz cada mañana.

Para ir a Granada
pedía un antiguo cantar
tus lágrimas en un pañuelo.

Es esta lluvia
alhóndiga de sueños
blancos y verdes.

Y el aire
aljófar, suave y limpio,
y no entristece.

Es risa
como tu cuerpo,
como tu piel.

Dulces son las caricias,
susurros de gorrión
en el jardín.

Sin prisa
dentro de ti,
dentro de mí

harina, hierba y miel,
sal: almorí,
Granada crece.