31 de enero de 2014

COMO LA LLUVIA

A José E. Pacheco
-In memoriam-


Llenamos con ficciones los vacíos.
La vida es siempre cuento reformado,
la justificación en la memoria
de un proceso fatal e inevitable
que acaba con la muerte.

Inundo con grafitos mi crepúsculo,
con duda y soledad como la lluvia
respiro.

Relato mi experiencia,
invento lo que soy para seguir
viviendo.


28 de enero de 2014

UN LADRÓN EN LA MEMORIA

Adivino un ladrón en la memoria
que, impune, me sustrae lo vivido.

El seguro no cubre las reliquias
del pasado, ciudad abandonada,
ciudad de nadie.

Miro mis avenidas solitarias
para minimizar daños y perjuicios
de un yo desvalijado.


25 de enero de 2014

LA CALLE ES LUZ DEL DEPRIMIDO

No soy un personaje de novela,
pero salgo a la calle
porque la calle es luz del deprimido
y da un golpe mortal en la cabeza
a la monotonía que mantiene
la paz de los sillones,
que enrarece los aires
y alimenta  la vida del armario
con la sutil penumbra del vacío.

Dicen que los balcones predicen la esperanza.
Vendrán luego geranios
a derramar colores en la calle.

Si la euforia me llega
nadie será juzgado

por darle un objetivo a las aceras.

21 de enero de 2014

EL CUENTACUENTOS

Hay gentes que... no se tocan
ni se sienten a sí mismos,
ni sienten el toque íntimo
de su sustancia
con las sustancia de las cosas.
Miguel de Unamuno


Parecían pequeñas, grises cosas.
Me tocaban ligeras,
a media luz.
Del mismo modo aparcan las retinas
de los enamorados
en los tradicionales asientos del deseo.

Nos congregó el azar.
Llegaste imaginando otro mundo
con las fuerzas precisas
para sentir la cara de la luna
en mi ventana abierta
al compás de los días desiguales.

Las ramas de la vieja verde acacia,
los pájaros azules
decían, entre tanto, sus poemas.
Vagabas por mi piel
igual que se derraman
por los versos los ritmos, los acentos.

El azar te buscó y románticas flores
llenaron nuestras copas de vino y de sonrisas.

Me limité a ser el cuentacuentos,
que, andando quedamente
por las dulces laderas de tu cuerpo,
dio nombre a los espacios
y recogió en íntimo contacto
cuanto a su alrededor en susurros crecía

para hallarse a sí mismo.

18 de enero de 2014

PLIEGUES DE LA LUZ

En un mundo inseguro
se forjó mi crepúsculo
poco a poco con todo lo que expira.

No supe calcular los claros y las sombras
ni diseñar atajos.
Se desangra el tejado por sus cauces.

Retazos de sol, curvas de lo umbrío,
el olor de la jara, los surcos de la tierra,
los pájaros del mar, la encina y el olivo.

Trazados que en mi vida

son pliegues de la luz sin derrocharla.