22 de diciembre de 2013

CANCIÓN DE PADRE

Ningún lugar del mundo
tiene la luz
que armoniza los ojos de mi niño.

El día se detiene cuando cierran
las estrellas sus párpados.

La noche se levanta con el alba
que es sinfonía
del mar en unos ojos negros.

El olor del jazmín movido por la brisa
descansa en sus pupilas.

Mientras, el  sol
se reclina en las hojas del granado

y nubes el invierno en mis ojos vacía.

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