2 de noviembre de 2013

LAS LIBÉLULAS DEL DOS DE NOVIEMBRE


                      Para Thomas y Ernesto
                            in memoriam


Llegaron las libélulas
pequeñas, rojas.
No quisieron mujer.
Vinieron a buscaros
para inundar los sueños
de bosque.
Llamaron a la puerta con un rápido
revoloteo de alas quebradizas
bajo la luna incierta,
la luna de un noviembre quemado por la luz.

Os recogió en su seno la mar honda,
la casa que no existe
donde juegan libélulas en aguas transparentes
de sueños luminosos y profundos.

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