De entre los muertos vengo,
un club de corazones solitarios.
Su frialdad expira negro el aire.
Se
aprietan los silencios en palabra.
Me
duelen los recuerdos y el olvido,
me
hieren los minutos… ¡Voy perdido!
Angustia
el aire es, “abracadabra”.
En
derredor de mí danza macabra,
aquelarre
de letras sin sentido,
coctel
de gestos siempre repetido,
hedor
de tierra que el humano labra.
¿Fuerza?
¿Belleza? ¿Idea? No me sale
el
balance. Un papel al hombre encierra.
¿Que
no hay ser? ¿Y el Amor? ¿No hay quien lo avale?
Se
compra y vende: ¡Aire! ¡Fuego! ¡Tierra!
¡Agua!
¡Cambio en dinero! Sólo vale
el
más y el menos que la cuenta cierra.