30 de agosto de 2013

LA LUZ VINO A PESAR DE LOS PUÑALES


Pero a través del fuego y la herradura
como de un manantial iluminado
por la sangre sombría,
con el metal hundido en el tormento
se derramó una luz sobre la tierra;
número, nombre, línea y estructura.
Pablo Neruda


“La luz vino a pesar de los puñales”.
¿Qué luz llegó del fuego y la herradura,
si siguen destruyendo la espesura
piojos, perros, demonios y chacales?

Lloro, Pablo, tus noches minerales.
¿Qué luz sustituyó a tu luz pura?
¿La sangre derramada? ¿La locura?
¿La muerte de los ríos torrenciales?

¿Petróleo? ¿Droga? ¿Oro?... Los hurones
juntos siguen. ¿Qué luz, Pablo, te alivia?
¡Extienden con hedor su sombra mala!

¿Dónde tus hijos, Madre? ¡Los ladrones…!
Madre, ¿Honduras? ¿Perú? ¿Chile? ¿Bolivia?
¿Irak? ¿Siria? ¿Egipto? ¿Guatemala?...

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