21 de agosto de 2013

ENTRE HOJAS SECAS



Aunque brote la sangre de mis labios
por los besos no dados
y tus manos retengan como sombras
huidas las posibles liturgias de los cuerpos
desnudos,
aunque jamás sabremos lo que bien pudo ser
cuando la mar nacida de mi sed
se derramaba
en tus ojos abiertos,
porque todo se mueve igual que el fuego
o el agua,
cuando desaparezca, quemarás
tu soledad
con la sola certeza
de haber sobrevivido entre hojas secas
a palabras que mueren.

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