1 de abril de 2013

TU CUERPO DE ABRIL, DE ROSA Y AZAFRÁN


Siembra el peñón
radiante de amarillos y violetas
el aire de la noche.

Entre las sombras,
esta terraza llena de orgasmos del sol,
de susurros del mar y de la piedra.

Yo, entre tantos rincones del camino
habito en éste,
donde viven los ritmos del planeta,

que fragua un universo sosegado
con lo que no soy yo,
con lo que no eres tú,

que devora mi carne abandonada
y tu cuerpo de abril, de rosa y azafrán,
como una sinfonía envuelta en llamas.

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