Me envuelvo en lluvia mansa.
Solamente soy agua
donde las horas beben
con lenguas de leopardo.
Necesito quedarme en los albergues
bruñidos del nogal
cuando el viento susurra
y caer sobre el musgo
cuando se hace granizo.
Las flores amarillas
llenaron ya el barranco
y abrieron verdes surcos las nubes en los árboles.
Si me esperas, Amor, allá abajo
donde la tierra es mar y el alba nace
me perderé contigo para siempre
en la limpia mirada de los fondos marinos.
Esta me ha encantado. Sin entrar en el fondo, me he imaginado un atardecer desde tu terraza del monte de los almendros.
ResponderEliminarGracias por entrar en mi blog y leer estos poemas. Si te ha encantado, como dices, y has pasado un minuto bueno me alegra lo más grande.
ResponderEliminarLo que te imaginas es cierto. El "fondo" será el que tú quieras. Un abrazo. Blasius.