18 de octubre de 2012

LAS SOMBRAS DE LOS DIOSES OSCUROS


Me asomé a la terraza
como cada mañana
perseguido por sombras de los dioses oscuros.
No quería indagar
dónde se esconden las raíces
de las que se nutre la vida,
por qué vivir es anhelar
denunciando vacíos,
si detrás de la puerta
o del sueño se esconde una aurora o un cero.
Ciertamente mi historia
es cuadro de esperanzas.
Pensaba que quizás lo que ha sobrevivido
a la destrucción de los años
daba sentido a esta tragedia
cuyo autor es el tiempo. Miré al cielo
cuajado de nubes dispersas,
quise que la veleta
señalara siempre hacia el sur
de las palabras.

Recogí agradecido el puñado de luz
que me ofrecía el alba.

Decidí convertirlo en risas, juegos, danzas,
y hacerlo chispear diseminándose
por los claros del bosque.

2 comentarios:

  1. bellísimo y profundo, con toques de amarga realidad, pero en el fondo con ganas de vivir y disfrutar y transmutar el vacío en vida...

    Lazarus

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Lazarus, por tu breve y preciso comentario a mi poema. En el fondo no puedo renunciar a mis análisis y convicciones filosóficas. Un abrazo. Blasius.

    ResponderEliminar