9 de junio de 2012

MI RELOJ

Siempre desconcertado
no tiene esta mañana de sol en su cristal.
Reposa en el bolsillo. Doce números
como islas asediadas por agujas.
Hay color en mi esfera, mucho acero
y un caballo escondido bajo cuerda.

No alcanzo a comprender
la idea de sus ritmos.
Sus latidos no nacen de la sangre.
De un vientre de metal toma su impulso
para medir mis horas
asomado a mi piel como un espantapájaros.

Reconozco mi historia en su mirada.
Si se adelanta algo o se retrasa,
no por eso vivir sin precisión
deja de ser tranquilo desvivir.
Conoce mis desnudos
y mi respiración entrecortada.

Mi reloj, como tú,
recoge pulsaciones de la noche,
minutos de materia inoxidable
con segundos tocados de vacíos
y mar en los costados
azules del verano.

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