24 de abril de 2012

INMOVILICÉ EL TIEMPO Y SUS URGENCIAS


Inmovilicé el tiempo y sus urgencias,
las malas hierbas crecen en la prisa.
Me quedé quieto, inerte contemplando

el constante nacer del universo,
el instante de pura brasa viva
que llega a la mirada y a la piel
y las quema sin otra dimensión
que la del fuego.

Yo quiero ser adentro de tu hoguera,
abrasarme en los ríos
donde beben los bosques,
refugiarme en la casa que tus párpados guardan,
perderme en la quietud de tus latidos.

Si me transporta el viento, Amor,
que sea hacia tu entraña intemporal
donde el mar reverbera y el color es delirio.

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